Voces del Periodista Diario

Le falta un grado para ser carne

Ruta México

Por Álvaro Aragón Ayala

Se recuerda que, hasta hace poco, una campaña de mercadotecnia que pretendía combatir el consumo de tequilas y mezcales adulterados y los riesgos de la ingesta de cerveza para la salud, proponían el pulque por sus propiedades nutritivas: Le falta un grado para ser carne.

En 2000, a pesar del error de diciembre de 1994, se reconocía a la economía mexicana la posición 9 en el ranking mundial. En su ambulantaje planetario, Vicente Fox llegó a asegurar que al PIB mexicano le faltaban “unos cuantos dólares” para situarse en el lugar octavo y un poco más de yenes, para estar como Japón.

Para 2017-2018, la economía de México ya estaba prendida de alfileres en el lugar 15 en el ranking universal.

El jinete en la tormenta y su barco de gran calado

Durante el primer sexenio del siglo XX, Petróleos Mexicanos (Pemex) estaba entre los primeros 6 gigantes petroleros del mundo. Hoy aparece en el top, pero entre las empresas más contaminantes y con menor competitividad.

El sucesor de Fox, Felipe Calderón cabalgaba rumbo a los nevados picos de Davos, Suiza como Jinete en la tormenta. Blasonó hasta los últimos meses de su mandato de su barco de gran calado.

Ya para la mitad del sexenio pasado de Enrique Peña Nieto, desde el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como de las matrices de las calificadoras extranjeras de riesgo país, sembraban el paisaje mexicano de alertas: Incertidumbre, es la marca de la casa. El mexiquense se limitaba a denunciar el irracional humor social.

El insuperable hoyo negro y la amenaza de recesión

Desde aquel piso -más bien un hoyo negro– arrancó la cuarta transformación. Los indicadores más recientes anuncian para 2019 un eventual crecimiento cero, con visibles signos de recesión.

Con un nuevo Plan Nacional de Desarrollo y la confección relativamente autónoma de los presupuestos de la Federación para 2020, el nuevo gobierno calafatea, hasta donde le es posible, el barco de gran calado.

Lo perceptible, en el orden de prioridades, es que se pretende, como en los sexenios neoliberales, blindar, antes que todo, las variables fundamentales de la macroeconomía, lo cual, de acuerdo con la lógica tecnocrática, resulta acertado.

La deuda no saldada con los sectores menos favorecidos

Desde la década de los noventa, una muletilla empezó a repetirse en cada presentación de los anuales Criterios de Política Económica: Que el crecimiento económico se refleje en los bolsillos de las familias.

Esa promesa constituye hasta ahora la deuda no saldada a los sectores menos favorecidos desde el punto de vista socioeconómico.

Ese es el horizonte que se observa en víspera de navidades y el saludo de 2020, que, para ilustrar nuestro optimismo, es año bisiesto. Todavía, la conseja de las abuelas sigue vigente: Año de nones, año de dones; año de pares, año de males. Ganas de exorcizar a los demonios.

Articulos relacionados

Ni un paso atrás

Redacción Voces del Periodista

¿Llegará la hora de la investigación científica?

Editor Web

BUHEDERA

Redacción Voces del Periodista