Voces del Periodista Diario

México, ¿un Estado terrorista?

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

En los patios traseros todo se puede experimentar, cuantimás si en el huerto ajeno previamente se da por hecho que crece un Estado fallido.

Recomendaba hace un siglo el clásico: Ataca, si el sable entra como en mantequilla, empuja; si topa con acero, retrocede. La metáfora aplica a gobiernos nacionales que han entregado la soberanía de sus países.

El 20 octubre de 2001, después de los atentados (¿autoatentados?) del 11 de septiembre en Nueva York, el republicano George W. Bush promulgó la Ley Patriótica (USA Patriot Act).

Sus detractores internos denunciaron esa legislación como el arma de destrucción masiva jamás imaginada por mente alguna, con alcances extraterritoriales.

La afilada Espada de Damocles se cierne sobre México

México se ha negado retóricamente -en los hechos ocurre otra cosa- a asumir el estatuto de tercer país seguro en América Latina para efectos migratorios, exigido por Donald Trump. Ahora, tiene sobre su cabeza la Espada de Damocles, en cuyo filo está grabado: Contra el terrorismo y crimen internacional organizado.

Bush tomó para la patriótica ley dos espacios de ensayo: El territorio nacional y países como Irak, Afganistán y, por cuenta de sus sucesores, más recientemente Siria.

Si México no puede, es hora de tomar las cosas en nuestras manos

Con el reciente ataque contra la familia LeBarón, en el estado mexicano de Sonora, Washington ha redoblado las presiones sobre Palacio Nacional para que acepte la intervención armada de El Pentágono nuestro espacio vital.

(Según es del dominio público, la familia LeBaron, como otras que pertenecen a la colonia mormona en Chihuahua, conservan su identidad como hijos del estado de Utah. Son, pues, connacionales estadunidenses.)

La advertencia más ominosa se condensa en las siguientes palabras: Si el gobierno mexicano no puede proteger a los ciudadanos estadunidenses, es hora de tomar las cosas en nuestras manos.

Dictó esa amenaza el senador Tom Colton, pero el representante Chip Roy ya había vuelto a la carga con una iniciativa que promueve desde marzo pasado, por la cual se tipificaría a cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas.

El hostil representante, calendario en mano, cuenta los días trascurridos desde que introdujo su iniciativa, nomás para subrayar el poco aprecio que en El Capitolio se da a su exigencia.

Se quiere poner a México en el mismo nivel que el Estado Islámico

Un primer elemento de ese proyecto es cerrar las fronteras norteamericanas a todo sospechoso de tráfico de drogas y, el segundo, facultar al Departamento del Tesoro a apropiarse de activos financieros de firmas locales bajo la misma sospecha.

En estricto rigor, en ambas direcciones esos actos de autoridad, en el orden administrativo, se aplican desde que el inquilino de la Casa Blanca fue dotado por el Congreso de facultades para dictar acciones ejecutivas soberanas, originalmente contra los cárteles colombianos, con extensión después a los cárteles mexicanos.

Lo que se pretende ahora, dentro de la lógica del combate al terrorismo, es que El Pentágono ejecute en México operaciones como las que recientemente ha asestado en Medio Oriente, so capa de contener al Estado Islámico, gestado dentro de la política guerrerista de Washington.

En política no hay casualidades: Trump ya tiene la plataforma electoral para su reelección a costa, lo hemos repetido tercamente, de los intereses soberanos de México. Esa es la realidad, qué le vamos a hacer.

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

Articulos relacionados

Pablo Gómez Álvarez, ave de tempestades

Redacción Voces del Periodista

Voces del Periodista edición 451

Voces Diario

Agua para todas y todos…ya