Por Mouris Salloum
La medalla Belisario Domínguez fue entregada en el Senado de la República a la legisladora morenista y luchadora social, Ifigenia Martínez, por sus méritos en la contribución a la democracia del país y por su incansable lucha social.
La legisladora, oriunda de la capital del país y la primera senadora de oposición aprovechó para llamar a la unidad nacional en un México que es la casa común. “Las expresiones de madurez institucional y la separación entre los poderes debe mantenerse incólume, sin amenazas ni presiones”, y propuso la integración de un consejo económico y social en el que participen los tres sectores pilares del país: el económico, social y político “para retomar un modelo económico que reestablezca un sistema progresivo de impuestos y la distribución federalista”, así como “la equidad en el pago de impuestos a la riqueza de ingresos personales excesivos”. La ideóloga política, doña Ifigenia es una mujer que demandó democracia partidista, luchó contra el “dedazo” de Miguel de la Madrid y la imposición de Carlos Salinas de Gortari como candidato a la presidencia de 1988, lo que originó en aquel tiempo la primera fisura importante del priismo con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Hoy, algunas voces del partido en el gobierno, ven como momento de similitud entre aquella época y los actuales tiempos en que la sucesión presidencial está al rojo vivo, y en lo que visualizan señales de una posible imposición.