Por Mouris Salloum George (*)
Primer sicario de Sinaloa. «No había existido otro pistolero como él. Poseía una brutal sangre fría que se convirtió en leyenda en Sinaloa a partir del 21 de febrero de 1944, durante la madrugada del carnaval de Mazatlán. En el patio Andaluz, espacio de fiesta del hotel Belmar, Rodolfo Valdés, El Gitano, asesinó al gobernador de Sinaloa, Rodolfo T. Loaiza. La bala entró por la nuca del coronel y le salió entre los ojos. Corrió la sangre en los festejos del puerto.
En esos años, los latifundistas estaban resueltos a impedir a sangre y fuego la cesión de sus tierras. Las guardias blancas de los terratenientes mataban campesinos y éstos se defendían con las armas. En ese ambiente nació la mafia en Sinaloa: para proteger la propiedad privada en una época en que el lema «Tierra y libertad» no era el eslogan de un partido político y permanecía fresco en la memoria de miles de campesinos que invocaban la Revolución de 1910.
El declarante elaboró una versión creíble: Loaiza recibió 80 mil pesos que le obsequiaron los traficantes de opio de Sinaloa para asegurarse impunidad y recoger libremente la cosecha de adormidera a principio de año; el gobernador aceptó el dinero sin comprometerse a nada; luego solicitó los servicios de alguna policía capitalina para que arrasara los plantíos, cosa que se hizo. Los traficantes burlados planearon la venganza, que se ejecutó brutalmente en las primeras horas del 21 de febrero de 1944, durante las fiestas del carnaval mazatleco. Al tiempo que Loaiza caía –y éste es un detalle poco conocido– manos misteriosas saquearon su residencia oficial en Culiacán».
Valdéz Osuna había matado a los 39 años a 40 personas. El 20 de febrero de 1944 asesinó al general Rodolfo T. Loaiza, el gobernador de Sinaloa, durante las festividades del carnaval de Mazatlán, nunca se conoció el motivo. También se le acusó del asesinato de Pablo Macías Valenzuela, otro general que aspiró al cargo de gobernador. Fue procesado por este último, pero nunca lo condenaron.
Dos meses después del crimen de Loaiza, el gobierno federal ordenó una ocupación militar en Sinaloa obligando a “El Gitano” a refugiarse herido en una cueva. Fue capturado el 16 de enero de 1945 condenado a 26 años de prisión en una cárcel de Mazatlán de donde escapó cuatro años después para seguir dedicándose al tráfico de drogas.
El problema fue que como todo imitamonos , el gobernador quiso emular a Cárdenas, pero sin cuidar los ángulos de la negociación. Y de ahí la masacre.
Nació en 1905. Toda la carrera criminal de Rodolfo Valdéz Osuna, conocido como “El Gitano”, se desarrolló en el estado de Sinaloa donde fue conocido por fundar las “Guardias Blancas”, un grupo violento de terratenientes que se oponía al proyecto de reparto agrario del presidente Lázaro Cárdenas, señalado por su simpatía con los movimientos comunistas.
Cárdenas del Río fue presidente de 1934 a 1940 y buscaba cumplir con las promesas hechas durante la Revolución, principalmente a obreros y campesinos, sin embargo, por presiones internas y externas tuvo que moderar su política de modernización. Su reforma agraria pretendía que la actividad económica en el campo quedara a manos de los campesinos.
Durante su gobierno se repartieron 18 millones de hectáreas a medio millón de campesinos, de los cuales el 47% eran ejidos. También fundó el Banco Nacional de Crédito Agrícola y el Banco Nacional de Crédito Ejidal para acercar el financiamiento a la gente del campo.
El Gitano” murió en prisión el 15 de agosto de 1963. Era exitoso con las mujeres, por eso tuvo hijos con varias. Uno de estos descendientes fue padre de Edgar Valdez Villarreal “La Barbie”, extraditado en 2015 a Estados Unidos donde está acusado de narcotráfico
Sólo faltaba que llegara Sánchez Celis al gobierno de Sinaloa para que todos sus ayudantes se convirtieran en leyendas del narcotráfico. Así de fácil.
Lo mismo puede pasar cuando en una sociedad polarizada se exacerban las contradicciones. El conflicto entre límites territoriales de Chiapas y Oaxaca viene como anillo al dedo.