A FUEGO LENTO
La política – siempre he pensado – es la manifestación suprema de la inteligencia humana y capacidad de encontrar en los conflictos, un punto de acuerdo que permita avanzar sin vencedores ni vencidos en convivencia civilizada.
En contraparte, la intriga se convierte en el aditamento predilecto de aduladores, hipócritas y traidores de oportunidad para lograr fines aviesos, presumiendo sin rubor la capacidad de manipular los más explicables sentimientos de lástima a las alimañas quienes responden por genética a su naturaleza ponzoñosa.
En tiempos recientes vivimos como familia periodística una inédita campaña de odio sin precedentes durante el gobierno de Fernando Ortega Bernés, después de no haber aceptado sus lances al equivocarse con nosotros y la mezquindad de señalar a la hoy gobernadora Layda Sansores de haberme esquilmado un supuesto éxito electoral cuando fui candidato externo de CONVERGENCIA en el segundo Distrito Electoral.
Fue un trance cargado de tráfico de poder, uso inadecuado del SAT, desprestigio concertado, violación a nuestros Derechos Humanos y laborales para después de casi 5 años, nuestro éxito e inocencia de todas las imputaciones en las instancias legales.
Hoy de nuevo, la campaña de vulgaridad e insultos se retoma por algunos actores involucrados en los tiempos pasados y lo lamentable, es pretender convertir todos esos actos demenciales y de atrofia espiritual en consigna de la Gobernadora Layda Sansores.
He solicitado en forma pacífica y civilizada el Derecho de Audiencia, sin tener resultado favorable y ante la nueva campaña donde el respeto está fuera de consideración, reitero mi respeto a la Investidura de la Ejecutiva del Estado y confirmo nunca verá en mi pluma, ninguna misoginia y menos alusión a la confianza y amistad que, un día su señor padre Don Carlos Sansores Pérez me privilegió, abriéndome las puertas de su casa, siendo generoso conmigo y compartiendo largas charlas.
Espero pueda – a tiempo – darse cuenta del mal que estas mentes atrofiadas por su vida desgraciada, le están haciendo a su gobierno.
Créame Sra. Gobernadora LSS que, el proyecto inicial en 1997 nunca fue llegar a propiciar un cambio, para incorporar venganzas pasionales o repetir las infamias que generaron los motivos de aquella organización “ Campechanos en Movimiento”.
Nunca imaginé en su gobierno, ver las prácticas vulgares de cobardes troles y menos fuera usted convertida -con tanta trayectoria de lucha- en razón para saciar cosas del corazón, que la razón y el sentido común no es fácil entender.
Le reitero mis respetos a todas la mujeres de su familia y de quienes hoy, retoman la estrategia de ofender a las mías con el objeto de justificar sus actos, ante una absurda respuesta de nuestra parte que nunca nos hará iguales.
¡Aún está a tiempo Sra. Gobernadora de poner orden!