Un Punto de Vista.
Paco Baca.
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El 22 de agosto se dará a conocer el lanzamiento de una nueva moneda que podría debilitar el papel del dólar en los pagos mundiales. Pudiendo desplazarlo como principal moneda de reserva y pago.
Los países BRICS están trabajando para establecer una nueva moneda de reserva para servir mejor a sus intereses económicos, según Pavel Knyazev, director Adjunto del Departamento de Planificación de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. La nueva moneda se basará en una canasta de monedas del bloque de cinco naciones: el yuan chino RMB, el rublo ruso, la rupia india, el real brasileño y el rand sudafricano.
Las naciones BRICS habían dicho anteriormente que estaban trabajando para establecer una red de pago conjunta para reducir la dependencia del sistema financiero occidental. Los países miembros también han estado aumentando el uso de monedas locales en el comercio mutuo. A pesar de las sanciones y la desconexión de SWIFT, el rublo ruso ha sido la divisa con mejor desempeño en el mundo este año, ganando en promedio más del 30 % en valor. La geopolítica entre los miembros de BRICS también es complicada. Pero una moneda BRICS representaría la cooperación en un área bien definida donde se alinean los intereses. Países como India y China pueden tener intereses de seguridad en desacuerdo entre sí. Pero India y China comparten un interés en la desdolarización. Y pueden cooperar en intereses compartidos mientras compiten en otros.El BRIC+ no tanto arrebataría la corona de la cabeza del dólar como reduciría la influencia del territorio bajo su dominio. Incluso si los BRICS se desdolarizaran, gran parte del mundo seguiría usando dólares y el orden monetario global se volvería más multipolar que unipolar. Entendiendo que el papel global del dólar se produce a expensas de los empleos y la competitividad de las exportaciones en el país, El costo de estos costos solo han aumentado con el tiempo a medida que la economía de los Estados Unidos se contrae en relación con la del mundo. Mientras tanto, entre los beneficios tradicionales del papel global del dólar está la capacidad de Estados Unidos de utilizar sanciones financieras para tratar de promover sus intereses de seguridad. Pero Washington ve los intereses de seguridad de Estados Unidos en el siglo XXI definidos cada vez más por la competencia con actores más sólidos como fuertes diques que se van formando con potencias como China y Rusia. Si eso es correcto, y si el creciente historial de sanciones a Rusia es un indicio, las sanciones se convertirán en una herramienta cada vez más ineficaz de la política de seguridad de los Estados Unidos. Los gobiernos estadounidenses y europeos han priorizado el aislamiento económico de Rusia. Sin embargo, algunos productos estadounidenses y europeos siguen llegando a Rusia. Los costos para los consumidores son reales, pero no catastróficos. A medida que los funcionarios de los países BRICS se vuelvan cada vez más enfáticos en su deseo de desdolarizar, con la Rusia actual como límite superior de lo mal que podría ponerse, la compensación riesgo-recompensa de la desdolarización parecerá cada vez más atractiva. Para desplazar al dólar como moneda de reserva entre los BRICS, los BRIC también necesitarían activos seguros para estacionar cuando no se utilicen para el comercio. ¿Es realista imaginar que los BRICS encuentren estos activos? Sí.Para empezar, debido a que los BRICS tienen un superávit comercial y de balanza de pagos, los BRICS no necesariamente necesitarían atraer dinero extranjero. Los gobiernos BRICS podrían usar alguna combinación de anzuelos para lograr que sus propios habitantes y empresas compren activos BRIC con sus ahorros y forzar y subsidiar efectivamente la existencia del mercado.Pero los activos denominados en el BRIC en realidad tendrían características que probablemente los harían seductoramente atractivos para los inversionistas extranjeros. Los BRICS planean respaldar su nueva moneda con oro y otros metales con valor intrínseco, como los metales de tierras raras, Aunque el oro, no paga intereses, aquí sustentaría, aquí en el BRIC, los activos pagarían intereses aquí sí habría un oro que paga intereses. Esa es una característica inusual. Recordemos que casi el 50% de la producción mundial del trigo y arroz, así como el 15% de las reservas mundiales de oro, se encuentran en los BRICS.Este es un factor que podría hacer que los activos denominados en el BRIC sean atractivos para los inversores que desean tanto la propiedad que genera intereses de los bonos como las propiedades diversificadoras del oro. Los datos medibles muestran que, durante el transcurso de este año, el dólar estadounidense se ha depreciado frente al rublo ruso y el real brasileño, mientras que el euro se ha depreciado frente a todas las monedas BRICS. El papel global del dólar siempre ha sido un arma de doble filo para Estados Unidos. Aunque permite que Washington agregue sanciones a su conjunto de herramientas de política exterior, al aumentar el precio del dólar estadounidense, aumenta el costo de los bienes y servicios estadounidenses para el resto del mundo, disminuyendo las exportaciones y costando empleos a los Estados Unidos. Y en este entendido, para que los bonos bric funcionen simplemente como una versión del oro que devenga intereses, deberían ser percibidos como que tienen un riesgo de incumplimiento relativamente bajo. Y la deuda incluso de los gobiernos soberanos en los países BRICS tiene un riesgo de incumplimiento no trivial. Pero estos riesgos podrían mitigarse. Los emisores de deuda denominada en BRICS podrían acortar los vencimientos de la deuda para reducir el riesgo. Los inversores pueden confiar.Si los participantes del mercado exigieran mayores rendimientos para comprar activos BRICS, probablemente podrían obtenerlos. Eso es porque los gobiernos BRICS estarían dispuestos a pagar por la viabilidad de los activos BRICS. Sin embargo, debemos admitir que los BRICS intentaron seguir una agenda económica y política, especialmente después de que Estados Unidos comenzara una guerra comercial contra China. Entre tanto, Rusia enfrenta oleadas de sanciones económicas y financieras debido al conflicto en Ucrania y estuvo prácticamente aislada del resto del mundo. Brasil luchaba por mantener su rostro democrático durante el gobierno del presidente populista Jair Bolsonaro. India también sufrió pérdidas de reputación después de que el conservador Partido Bharatiya Janata llegara al poder con el primer ministro Narendra Modi a la cabeza. Sudáfrica luchó mucho bajo el yugo de la corrupción y el malestar social. La crisis del coronavirus, así como las turbulencias financieras y económicas mundiales aumentaron la presión sobre los BRICS, haciéndolos más divididos como una entidad de países. Los BRICS nunca fueron una unión común. Sin embargo, fue en este punto cuando cada estado miembro tuvo que mirar más a los asuntos internos que a una mayor cooperación y desarrollo dentro del grupo, debido a muchas dificultades y tensiones internas. Los BRICS son un tipo diferente de agrupación. Esperamos que los BRICS en su vigésimo año de creación tengan una mejor oportunidad de una mayor cooperación para ayudar a reformar el orden económico mundial, la arquitectura financiera mundial y el sistema monetario mundial.La esperanza es que los BRICS en su vigésimo año de creación después de la crisis de 2020 trabajen más de cerca en la digitalización de las actividades económicas. Una de las formas de hacerlo será una moneda digital compartida de los BRICS.Algo que veremos necesariamente en distingos bloques económicos para establecer nuevas reglas del juego económico y la digitalización de carteras en la velocidad de las transacciones económicas, lo que redundará en el fortalecimiento económico de regiones para dar paso, a la inmediatez de la economía al alcance de una huella digital. Ya en este momento, hay ocho países que han solicitado formalmente su incorporación y otros 17 que esperan adherirse a la brevedad.Los países que ya esperan ser admitidos son Arabia Saudi, Argentina, Egipto, Argelia, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, e Irán.
