MÉXICO, (RT), 01 de diciembre de 2018 .- El inicio de la llamada ‘Cuarta Transformación‘ de México ha generado una gran incertidumbre, pero también una promesa de cambio para el país y la región.
Vientos de cambio soplan en México. Ese es el ambiente que priva en México con la llegada del izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia del país, la cual se llevará a cabo este 1 de diciembre, en medio de una gran ceremonia.
Un acontecimiento histórico que marcará el inicio de lo que López Obrador ha llamado la ‘Cuarta Transformación’ de México, en medio de la incertidumbre financiera, un polémico y largo periodo de transición, enojo social y caos en la conformación del nuevo gobierno. Pero también, la esperanza de que la llegada del primer presidente emanado de un movimiento popular desde el fin de la Revolución Mexicana, pueda revertir la difícil situación que enfrenta el país.
Todo esto, en medio de un acto protocolario que incluirá la entrega de la banda presidencial a manos de Enrique Peña Nieto, así como la presencia de mandatarios de otros países y un festival cultural.
Un acontecimiento que marca el fin y el comienzo de una nueva etapa en la historia de México.
Miedo a la inestabilidad
Las últimas semanas en México han estado marcadas por varias caídas de la Bolsa Mexicana de Valores, subida de las tasas de interés y una ligera devaluación del peso mexicano frente al dólar (de apenas 1,7% durante el periodo de transición del 2 de julio a la fecha, según datos del Banco de México).
Factores que han contribuido a generar un clima de incertidumbre financiera que existe por parte de los inversionistas ante la llegada al poder del nuevo mandatario, lo cual incluyó una fuga de capitales de 1.886 millones de dólares entre julio y septiembre.
De acuerdo con diversos analistas del sector financiero, esta incertidumbre ha sido provocada ante la cancelacióndel Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, así como otras decisiones polémicas del equipo de transición de López Obrador y la bancada de Morena en el Congreso, como la iniciativa para limitar las comisiones bancarias y que el gobierno pudiera manejar los fondos de retiro de los mexicanos.
Pero las expresiones de duda hacia el nuevo gobierno también se han dado por los términos en que el futuro presidente ha impulsado propuestas polémicas como la creación de una Guardia Nacional para frenar la violencia, la construcción del Tren Maya, su política de “punto final” para perseguir casos de corrupción del pasado y la forma en que se han llevado a cabo consultas para que los mexicanos opinen sobre los proyectos que habrán de llevarse a cabo en el próximo gobierno.
Un escenario que ha generado dudas y confrontación entre simpatizantes y detractores de López Obrador, en un álgido y polarizado debate que tiene como trasfondo un matiz clasista.
La esperanza de un cambio
Sin embargo, algunas encuestas publicadas en medios mexicanos, dan un respaldo ciudadano inédito para un presidente en México. Según El Financiero, el respaldo popular hacia el político es de 66%, mientras que El Universallo ubica en 55% (con una caída de 9 puntos porcentuales en el periodo de transición).
Números que reflejan la esperanza que tiene la mayoría de los mexicanos de que factores como la pobreza, la economía, la inseguridad y el combate a la corrupción mejoren con la llegada del nuevo mandatario al poder.