Voces del Periodista Diario

MALDITO PODER DEL NARCO

De la violencia al ocultismo

Por Carlos Montiel*

 

Las acciones del narco están plagadas de maldad, ira, muerte, pues han acudido al ocultismo, a personajes, a símbolos o templos para resarcir la ausencia de poder que no pueden obtener a través de amedrentar o corromper a actores políticos, fuerzas de seguridad, incluso a abogados penalistas.

El origen de la violencia

De manera imprecisa se ha afirmado que el nivel de violencia actual en México tuvo su origen en el gobierno del ex presidente panista Felipe Calderón Hinojosa en el marco de su “Guerra contra el Crimen Organizado”, sin embargo, ésta evolucionó paulatinamente desde el mandato del ex presidente priísta Miguel Alemán Valdés cuando creó en 1947 la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la cual fue un organismo dedicado al espionaje, sin embargo, tiempo después para obtener más información sus directores, jefes y agentes comenzaron a torturar y privar de la libertad a sus víctimas, así lo documenta en sus páginas de internet el Archivo General de la Nación y los Sitios de Memoria de Secretaría de Gobernación, respectivamente; incluso, el último director de la DFS, José Antonio Zorrilla, mantuvo nexos con la Federación de Traficantes de Drogas, más conocida como Cártel de Guadalajara.

Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la violencia consiste en usar la fuerza física, el poder o dirigir amenazas contra una persona, grupo o comunidad con el objetivo de causar daño psicológico, lesiones o muerte. Es en esencia un conglomerado de delitos, los mismos que están implícitos en las operaciones del Narcotráfico (en adelante narco) y son notorios cuando hay enfrentamientos entre grupos criminales o contra de las fuerzas de seguridad ante el intento por conseguir más poderío, expandir la economía criminal o territorios.

Ante la cúpula del poder político el narco se impuso con violencia sobre los actores políticos nacionales (PAN, PRI, PT, MOVIMIENTO CIUDADANO, MORENA, VERDE y PRD) con el objetivo de encumbrarse también en el poder con la autorización extraoficial de operar en los municipios o alcaldías en donde gobiernan. Por tanto, se asentó, mediante el narcomenudeo, en la totalidad de los 2,471 municipios que conforman esta República Federal, así como en las 16 demarcaciones territoriales denominadas alcaldías de la Ciudad de México. El resultado, alza permanente de los delitos, incluso, asesinato de policías como los 403 elementos de las fuerzas de seguridad “caídos” durante el ejercicio de sus funciones o de los 13 periodistas que se reportan en el Índice de Paz México 2023 y que sucedieron en el gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Para el sociólogo Maximilian Karl Emil Weber, más conocido como Max Weber, el poder consiste en imponer la propia voluntad aún contra toda resistencia. Su planteamiento no fue teórico, de niño lo experimentó en el hogar con las acciones de su padre de nombre Max, político apegado a la línea del Reichstag, quien obligó a su madre Helen Weber sumisión a través del uso de la fuerza y despreció la formación calvinista-ortodoxa que ella tenía.

Así mismo, con Weber coincide el abogado Jorge Carpizo McGregor, ex presidente en 1990 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y ex procurador general de la República en 1993, en su artículo “El poder: su naturaleza, su tipología y los medios de comunicación masiva” quien considera que con poder toda persona, grupo o fuerza, pueden determinar el comportamiento de otras personas a pesar de la resistencia generada por estás últimas.

Desde la década de los años 70’s el narco ya operaba para obtener poder, dominio, señorío, bienes y riquezas, para conseguirlo desató sin medida el secuestro, la extorsión, el homicidio calificado y narcomenudeo, todo ejecutado por los fundadores del Cártel de Guadalajara: Miguel Ángel Félix Gallardo ‘El Jefe de Jefes’, Ernesto Fonseca Carrillo ‘Don Neto’ y su sobrino Rafael Caro Quintero ‘El Narco de Narcos’. Delitos que actualmente padecen los 129 millones de mexicanos (cifra de población publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, en su comunicado de prensa número 395/23).

Es importante resaltar que la palabra narco comenzó a usarse en los años 80’s en las secciones de nota roja y posteriormente en los diarios de circulación nacional para informar sobre los conflictos entre los jefes de los grupos dedicados al trasiego de drogas a través de rutas clandestinas. A partir de esa palabra surgieron otras como narco-arquitectura, narco-economía, narco-periodistas, narco-corridos, narco-estado o narco-estética, así lo reveló el periodista Héctor de Mauleón para la Revista Abogacía.

Métodos sanguinarios

En 2006 las notas policiacas dejaron de tener línea (previa autorización) por parte de los ex presidentes de México y comenzaron a informar hechos recientes del narco (creación de grupos criminales, control de nuevas plazas, capturas, relevos de mandos, amenazas a través de redes sociales), así como de nuevos métodos sanguinarios perpetrados por sicarios para generar terror hacia contrarios (torturas, decapitaciones, desmembramiento de cuerpos, disolución de cadáveres en ácido, canibalismo o ritos de ocultismo).

Por consiguiente, en el narco los sicarios fueron actores clave para la obtención de poder, pues su perfil criminal facilitó la consecución de nuevas plazas. Así, investigaciones realizadas dan a conocer los cuatro diferentes perfiles para reconocerlos: 1) El sicario marginal, con necesidad económica por la falta de oportunidad de un trabajo formal, por consiguiente, su motivación psicológica es tener poder y reconocimiento social, 2) el sicario antisocial, para él la violencia es usada para sobrevivir entre las pandillas, cometen delitos como secuestro y ejecuciones, 3) sicario psicopático, tiene un padecimiento psiquiátrico dentro de la familia, su rasgo psicótico consiste en tener frialdad emocional y falta de culpa, padecen de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía, 4) sicario sádico, con sadismo (disfruta) torturar y ejecutar, es frío, cruel, para saciar su odio y venganza cuando actúa provoca mayor sufrimiento a sus víctimas.

Lo anterior se resume en la búsqueda de reconocimiento grupal y el daño mental como los factores de actuación en un sicario, así lo descubrió la doctora en psicología Arcelia Ruiz Vázquez durante entrevistas realizadas a reclusos del Centro de Readaptación Social de Acapulco, Guerrero. Para distinguir esos perfiles se describen los siguientes casos. Ocurrió en contra del agente especial estadounidense del Drug Enforcement Administration (DEA), Enrique Camarena conocido como ‘Kiki’, quien sufrió tortura derivado de sus investigaciones sobre tráfico de marihuana y cocaína. El 7 de febrero de 1985 sicarios del Cártel de Guadalajara lo secuestraron en Lope de Vega número 881, Jardines del Bosque en Guadalajara, Jalisco, para interrogarlo y conocer si él contaba con información para la captura de ‘Don Neto’, del ‘Narcos de Narcos’ o sobre Juan José Esparragoza Moreno ‘El Azúl’ quien fue operador para los cárteles de Guadalajara, Juárez y Sinaloa, fungió como intermediario entre cárteles rivales, además fue detective de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS). Según el análisis forense a ‘Kiki’ lo golpearon de forma reiterada en cabeza y rostro, fracturaron sus pómulos, su cráneo fue atravesado con un tubo y muere el 9 de febrero de 1985 al recibir un golpe en la cabeza.

En otro caso aterrador fue la disolución de cadáveres en ácido realizado por Santiago Meza López ‘El Pozolero’ integrante del Cártel de Tijuana, quien atendió las órdenes de su jefe Ismael Higuera Guerrero ‘El Mayen’ y disolvió un total de 300 cadáveres, aunque cifra de colectivos señalan más de 600 cuerpos disueltos y el hallazgo de 480 kilos de huesos de esos cadáveres. “Yo los echaba en un tambo con ácido y ahí se desintegraron”, refirió el pozolero el 22 de enero de 2009 al consumarse su detención por parte de elementos del Ejército Mexicano en el predio La Gallera ubicado en Tijuana Baja California. Por consiguiente, a ‘El Pozolero’ se le considera como un sicario psicopático.

Los casos más estremecedores los han perpetrado Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por los actos de canibalismo efectuados hacia sus víctimas. A diferencia del Cártel de Tijuana ambos cárteles no quemaron o arrojaron todos los cuerpos de sus presas a fosas clandestinas, sino comían los órganos de ellas cuando éstas aún se encontraban con vida o preparaban los cuerpos en platillos típicos mexicanos para su posterior consumo, así lo hizo Heriberto Lazcano Lazcano el ‘Z3’ quien lideró a Los Zetas en marzo de 2010 hasta que fue abatido por fuerzas militares en octubre de 2012 en Ciudad Progreso, Coahuila.

El ‘Z3’ comió carne humana preparada en tamales y pozole (de tres centroamericanos que se convirtieron en enemigos) o tostadas tipo tártara con partes de las víctimas, así documentó en su “Crónica negra desde Puente Grande” el periodista J. Jesús Lemus derivado de una conversación con Juan Sánchez Limón, ex líder regional de Los Zetas, cuando se encontraban en el extinto Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) número 2 “Occidente” de Jalisco, el cual fue desincorporado del sistema penitenciario.

Se resalta que los militares invitados a las reuniones del ‘Z3’ también comieron de esa carne humana.

Narco-ocultismo

El exorcista del Vaticano, José Antonio Fortea, en su tratado de demonología titulado “Summa Daemoniaca” recomienda no incluir en la lista de poseídos por demonios a todos quienes asesinan de forma serial porque su actuar puede estar relacionado al padecimiento de una enfermedad mental. Pero aclara, sí puede ocurrir en aquellos pertenecientes a sectas satánicas que invocan a demonios como: satán, diablo, belcebú, lilith, asmodeo, seirim, belial, apollyon o lucifer.

Aunque es un tabú, no se puede censurar o prohibir su mención, lo anterior porque es el punto más oscuro en donde los narcos o sicarios en la práctica sí son adeptos a cultos que invocan a estos y otros demonios como a continuación se dan a conocer algunos de ellos: El culto a la ‘Santa Muerte o Niña Blanca’ proviene de la denominada Iglesia Católica Apostólica Tradicional México – Estados Unidos, de la cual su arzobispo David Romo Guillén fue detenido en 2011 por la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por su complicidad en secuestros y extorsiones liderados por Ismael Ramírez Brito ‘El Aztlán’ quien trabajó para el Cártel de los Valencia.

Otro suceso que demuestra la relación del narco con el culto, fue lo ocurrido el 6 de julio de 2007 en el Centro de Reinserción Social (CERESO) Las Cruces de Acapulco durante la llamada “hora del diablo”, esto es a las 03:00 horas, en donde 23 reos del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) fueron masacrados (con signos de tortura y algunos decapitados) para ofrecerlos a la ‘Santa Muerte’ derivado de una pugna por las extorsiones al interior del penal. Algunos de los delitos de los occisos por los cuales cumplían condena son: enterrar cuerpos clandestinamente, multihomicidios, portación de arma de fuego, narcomenudeo, ejecución a policías y secuestro. Sus ceremonias se han expandido al extranjero: Estados Unidos, Canadá, Guatemala, Honduras y El Salvador.

Otro culto es el ‘Ángel Negro’, venerado en el denominado santuario del Palacio Negro de Luz Bella de la Oscuridad (en donde se encuentra el obispo negro, Óscar Pelcastre ‘El Perro’, quien afirma que recibe ese grado al recibir una sesión de “consagración” por parte de babalaos, espiritistas, brujos y brujas). El santuario también es conocido como Catedral de la Santa Muerte 333, ubicada en el Mercado Sonorita en Pachuca, Hidalgo. Es una creencia dedicada a la invocación del demonio Astaroth, a quien se le pone en el mismo nivel de jerarquía con belcebú y lucifer. Así mismo, es venerado en el barrio de Tepito, ubicado en la Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, del cual el youtuber Yulay generó un documental sobre su culto y aprovechó el momento para ofrecer a la imagen una cerveza en reconocimiento a su poder. El narco usa el culto para conseguir protección de los presos, en especial los del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, así mismo para los del área varonil.

Así mismo, la Religión Yoruba en América es conocida como Santería, en la cual el conocido ‘Padrinito Toys’ se consagró como Babalao, él en el Programa en YouTube del empresario y productor de Arpa Music, José Francisco Garza Durón ‘Pepe Garza’, reveló que ha sido padrino de Markitos Toys, Fidel Osvaldo Castro de ‘Marca Registrada’, así como del compositor y actual referente de “corridos bélicos” Luis R. Conriquez, de quien en junio de 2022 un área de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) detectó la participación del cantante en una fiesta privada de Ricardo Ruiz Velazco ‘Doble R’, lugarteniente de Nemesio Oseguera ‘El Mencho’ líder del CJNG; incluso, es conocido por la canción “JGL” dedicada al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’, líder del Cártel de Sinaloa, condenado a 30 años a cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado, lo anterior luego de la sanción emitida por el juez federal de distrito Brian M. Cogan.

Con ese mismo culto en 2009 un grupo de secuestradores contrató a Raúl Martínez Gutierrez ‘El Santero’ para hacer rituales de santería en una casa de seguridad dirigido en contra de tres víctimas que eran hermanas de nombres Esther, Martha y Susana, todas de apellido Laguna, el objetivo fue finalizar el secuestro sin dificultades. A dos de ellas les mutilaron algunos dedos. En cuanto a ‘El Santero’, luego de ser detenido el 25 de noviembre de 2010 se le impuso una condena de 60 años de cárcel por decisión del juez 23 penal a cumplimentarse en el Reclusorio Varonil Oriente. Sin embargo, por supuestas irregularidades en el proceso fue liberado luego de un amparo otorgado el 21 de abril de 2016 por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito del Poder Judicial de la Federación.

Veracruz, así como la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús -construida por ‘El Chapo’ para su madre Consuelo Loera- ubicada en el pueblo de La Tuna de Badiraguato, Sinaloa. Es así que, dado el análisis realizado he decidido incorporar un quinto perfil de sicario a los cuatro anteriormente señalados y es el perfil de sicario maldito, el cual se caracteriza por mantener estrecha relación con el ocultismo, perfil que se sustenta con la información que reconoce el gobierno en México a través del Instituto Nacional de Estadística Geografía e

Informática (adelante INEGI) en su Clasificación de Religiones – Historia (s.f.) en la cuál enlista entre los credos no cristianos al grupo de los ocultistas conformado por el subgrupo de:

Adoradores de Satán, Candomble, Demoníacas, Hijas de Belcebú, Iglesia de La Vey, Iglesia Luciferina, Las Hijas del Fuego, Orden del Centro Áureo, Ordo Templi Orientis, Satánicos, Satanistas, Templo de Ser, Vudú.

Así mismo, hay otros grupos que el INEGI da a conocer en la Clasificación de Religiones 2020, algunos considerados por ese instituto como cultos populares, los cuales son los más practicados por narcos y sicarios: Escuelas esotéricas: Ciencia esotérica, Ocultismo, Wicca. Raíces étnicas: Chamanismo. Espiritualistas: Espiritista. Cultos populares: Iglesia Santa Católica Apostólica Tradicional México-USA (Santa Muerte), Culto a Jesús Malverde. Por lo antes referido, considero necesario incluir el narco-ocultismo como una rama derivada de la palabra narco.

El poder un factor maldito

En general las acciones del narco están plagadas de maldad, ira, muerte, pues han acudido al ocultismo, a personajes, a símbolos o templos para resarcir la ausencia de poder que no pueden obtener a través de amedrentar o corromper a actores políticos, fuerzas de seguridad, incluso a abogados penalistas cuando éstos no consiguen mediante amparos la libertad de sicarios o patrones.

Por eso, el poder se ha convertido en un factor maldito para quien busca auto-divinizarse, ser dueño de zonas o superar en grado el poder que mantiene el Estado. El narcotráfico es, por tanto, el mismo ente maldito que comprende tanto a cárteles como a grupos criminales, los cuáles con la frase bíblica del libro de Jeremías (17,5) adquieren y reciben el significado de su adjetivo: “Maldito el hombre que en el hombre pone su confianza”, porque lo que buscan no es la hermandad, sino la ayuda para dar muerte al enemigo, al contrario, al inocente.

*Director del Observatorio MxNarco, especializado en investigación y estudio

sobre Narcotráfico, Seguridad y Justicia en México. Autor de La Fe de los

Sicarios. Fundador del Consejo de Analistas Católicos de México.

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