Mouris Salloum George
Es absolutamente probable que la diplomacia mexicana se encuentre en una curva crítica en la relación con los Estados Unidos como no ha ocurrido antes en tiempos de paz, tan relativos como puedan ser estos tiempos de cara a la crispación mundial.
Crisis de oportunidad, el Estado mexicano ha de enfrentarla bajo la lógica de costo-beneficio. En el actual periodo de Donald Trump en la Casa Blanca, los costos políticos se están ya colocando por encima de los costos económicos.
El primer escenario que debe analizarse, es el de la propia crisis del inquilino del Salón Oval en la perspectiva de la elección presidencial de 2020, puesta ya sobre carriles.
La sombra del desafuero planea sobre la Casa Blanca
Trump ha entrado en frontal conflicto con la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes. El pasado 24 de abril, el presidente del Comité de Supervisión Gubernamental, Elijah Cummings -contra quien el mandatario ha interpuesto demanda judicial- se le fue a la yugular.
Tal parece, sostuvo Cumming, que la Constitución no es aplicable a la Casa Blanca: La conducta presidencial configura un patrón de obstrucción masivo, sin precedente y creciente. Sus funcionarios podrían ser sujetos a acusaciones criminales.
El choque de trenes ha puesto de nuevo en agenda el recurso del impeachment -desafuero-, aunque la presidenta de la Cámara baja, la también demócrata Nancy Pelosi, advierte que las burdas provocaciones de Trump podrían ser una trampa para victimizarse y acarrear agua a su molino electoral.
Europa podría responder con represalias judiciales
El segundo escenario se monta en Europa. La amenaza del Departamento de Estado de relanzar el 2 de mayo la Ley Helms-Burton, que faculta penalizaciones económicas contra quienes invierten y comercian con Cuba, ha sido respondida con poco comedimiento diplomático. La réplica tendría como primera instancia la Organización Mundial de Comercio (OMC).
(Esa ley -tipificada como extraterritorial– autoriza a ciudadanos norteamericanos a interponer demandas contra quienes tienen relaciones económicas con la isla.)
Voceros de la Unión Europea, han recordado que potenciales demandantes norteamericanos tienen intereses económicos en aquel continente, en cuyo caso la represalia puede aplicarse en los propios tribunales europeos.
Sanciones a Irán cimbran los mercados globales
En el tercer escenario, las reacciones son de pronóstico reservado: Las primeras agitan los mercados globales; básicamente, el mercado petrolero.
Es la respuesta al embargo de Washington contra las exportaciones de crudo de Irán, que ha puesto en guardia a China, la India y Turquía.
Las reincidentes operaciones preparatorias del golpe de Estado contra el gobierno bolivariano de Venezuela están en el cuarto escenario.
A la iniciativa de Washington, de crear un fondo de financiamiento al inefable Juan Guaidó, han respondido en el continente los gobiernos de Guatemala, Costa Rica, Guyana, Perú, Panamá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia.
El Talón de Aquiles del Departamento de Estado, consiste en que, particularmente los gobiernos de Argentina, Brasil y Perú, no están en el mejor momento para emprender aventuras injerencistas, atrapados, como están, en su propia crisis de estabilidad interna.
Provocaciones de tránsfugas cubanos en el sur de México
En ese marco de agitación e incertidumbre globales, México sigue sujeto a incesantes presiones del coloso norteño por la cuestión migratoria, para cuya represión Trump ha echado mano a la declaración de Emergencia Nacional por la que, de facto, se han cerrado garitas de acceso a territorio norteamericano desde el lado mexicano, incluyendo el bloqueo de transporte comercial.
En menos de tres semanas, se han dado en Chiapas dos sospechas manifestaciones en las estaciones migratorias por cuenta de agentes cubanos tránsfugas, que han pretendido subvertir a las familias centroamericanas que buscan allanar su tránsito hacia los Estados Unidos.
La AFL-CIO mete baza al acuerdo comercial trilateral
A mayor abundamiento, intereses sindicales estadunidenses están metiendo baza al proceso de ratificación del Acuerdo Comercial México-Estados Unidos-Canadá (TMEC).
El líder de la poderosa Federación Estadunidense del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), la más numerosa y beligerante central obrera de los Estados Unidos, Richard Trumka, acaba de exigir a El Capitolio que, antes de dar luz verde el TMEC, pondere la voluntad política y la disponibilidad de infraestructura y recursos para cumplimentar la reforma laboral mexicana, exigida por sus socios comerciales.
Cuatro escenarios globales y una misma persona, por encima de la relación bilateral, la diplomacia mexicana está en el centro y la hora de nuevas y eficaces definiciones universales.
El desafío no se reduce a buenas formas ni a protocolos: Es oportunidad para diseñar una nueva y soberana Política Exterior, dando prioridad al interés nacional. No es la primera ocasión en que el reto se presenta y México ha salido airoso.