RUSIA, (RT), 30 de mayo de 2018 .- El representante permanente de Rusia ante la ONU ha lamentado que las partes del conflicto en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza acudan a la violencia en vez del diálogo.
“La comunidad internacional no tiene derecho a abandonar Palestina ocupándose de la resolución de otros problemas en Oriente Medio“, ha declarado este miércoles el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, en la sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU convocada para abordar la escalada de violencia entre palestinos e israelíes.
Nebenzia ha subrayado que “apostar por la fuerza y renunciar al diálogo es un camino que no conduce a ninguna parte” y ha lamentado que ambas partes “recurren con más frecuencia a la violencia, aumentando la desconfianza y alejando las perspectivas de negociaciones”.
Lo que podría ayudar a sacar la tensa situación del “callejón sin salida” son los esfuerzos conjuntos de Rusia, EE.UU., la UE y la ONU ?sostiene el diplomático ruso? con el fin de restablecer el proceso político entre los israelíes y los palestinos con base en el derecho internacional, incluidas las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU y los principios de la Iniciativa Árabe para la Paz.
El resultado de ello tendría que ser la solución biestatal y la creación del Estado soberano e independiente de Palestina con la capital en Jerusalén Este, ha afirmado Nebenzia.
El representante permanente de Rusia ante la ONU ha agregado que Moscú apoya el derecho de los palestinos a las protestas pacíficas y condena el uso de fuerza contra civiles, así como los lanzamientos de misiles contra Israel.
Nebenzia también ha lamentado que en vez de tratar de resolver “problemas fundamentales” de Oriente Medio, el Consejo de Seguridad de la ONU se ve obligado a hacer frente a las consecuencias de la situación actual.
A su modo de ver, este enfoque “es improductivo y no permite evitar la degradación brusca de la situación” en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, que se caracteriza por “la retórica provocativa, las acciones unilaterales, los brotes de violencia y las actividades de asentamiento [israelíes]”.
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