El comandante del distrito de Tel Aviv, Eshed, no especificó si fue el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, quien había exigido medidas severas contra los manifestantes que bloqueaban carreteras y autopistas en manifestaciones sin precedentes contra la polémica iniciativa del Gobierno de revisar el sistema judicial.
Poco después del anuncio de Eshed, cientos de manifestantes con banderas israelíes y al grito de “democracia” marcharon por Tel Aviv. Algunos bloquearon una autopista principal, encendieron hogueras y se enfrentaron a la policía.
En una declaración televisada, Eshed dijo que no podía estar a la altura de las expectativas de lo que denominó “el escalafón ministerial”, que según él se había saltado todas las normas y había interferido descaradamente en la toma de decisiones profesionales.
“Podría haber cumplido fácilmente estas expectativas utilizando una fuerza desmedida que habría llenado la sala de urgencias de Ichilov (hospital de Tel Aviv) al final de cada protesta”, dijo Eshed.
“Con la cabeza bien alta estoy pagando un precio personal intolerablemente alto por mi decisión de evitar una guerra civil”, sostuvo Eshed en una declaración televisada. “Tengo la intención de poner fin a mi servicio en la policía después de un traspaso ordenado a mi sustituto”, añadió.