Bolivia apeló al artículo 31 del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá, vigente desde 1948) y citó una decena de compromisos escritos asumidos por altos representantes chilenos de 1920 a 2010 para negociar ese pedido.
La nación austral, a su vez, tras ocupar con sus tropas en 1879 unos 120 mil kilómetros cuadrados de territorio sobre una línea costera de 400 kilómetros, afirmó, basado en el Tratado de 1904, que no había nada pendiente sobre el tema.
Morales calificó la salida marítima como indispensable para la vida, el desarrollo e integración de los pueblos y citó el párrafo 19 de ese fallo de la CIJ donde se establece que la nación andino amazónica tenía una costa de más de 400 kilómetros a lo largo del Pacífico.
Precisó que el párrafo 176 planteaba que la conclusión de la Corte no debía entenderse como un impedimento para el diálogo entre ambas partes en un espíritu de buena vecindad para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia.
Otro elemento expuesto por el mandatario boliviano fue el párrafo 50 del fallo emitido el 24 de septiembre de 2015, donde definió que los asuntos en disputa no estaban resueltos por arreglo de las partes o por lado arbitral, sentencia de un tribunal internacional, regidos por acuerdos o tratados en vigencia.
‘Esta decisión judicial no ha terminado la controversia, al contrario, es explícita en reconocer que subsiste y en destacar que no cierra la posibilidad para que ambos Estados podamos encontrar una solución’, enfatizó el jefe de Estado.
Exhortó a la ONU a vigilar y exigir el cumplimiento integral de las decisiones de la corte internacional para continuar las negociaciones y cerrar las heridas abiertas para promover un espíritu de buena vecindad y abrir un nuevo tiempo en las relaciones con Chile.
Por otra parte, Morales agradeció el acompañamiento de varios países en las iniciativas impulsadas por Bolivia como las declaraciones del 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la de los Derechos de Campesinos y la declaratoria del 21 de junio como Día Internacional de Celebración del Solsticio.
Ratificó el compromiso de Bolivia para consolidar un nuevo orden mundial de paz, con justicia social en armonía con la Madre Tierra para vivir bien, y el respeto a la dignidad e identidad de los pueblos.