Voces del Periodista Diario

Acción Nacional, el partido sabritas

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

En diciembre de 1988, al Partido Acción Nacional (PAN) se le indujo a morder la fruta prohibida: La del bien y del mal. Le tomó gusto  al segundo sabor. Desde entonces, no ha habido tratamiento eficaz para frenar su gula.

El primer menú que desde Los Pinos se le sirvió al renegado partido de la gente decente, fue la gubernatura del estado de Baja California, en julio de 1989. Cuatro meses después, aceptó goloso el postre: Murió en conveniente accidente carretero su candidato presidencial de 1988, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón. Hizo de la esquela luctuosa una servilleta, no para secarse las lágrimas, sino para tratar de limpiarse las rojas salpicaduras “del incidente”.

Las tesorerías del sector público generan incurable adicción

A que no puedes comer solo una: Las tesorerías del sector público generan adicción. El PAN se fue por las más rentables de los estados del norte, periplo por el que retornó a El Bajío.

Cohabitando con las presidencias “republicanas” del PRI desde 1988, para 2000 al partido fundado por don Manuel Gómez Morín y don Efraín González Luna, por cuenta de Ernesto Zedillo Ponce de León y el Instituto Federal Electoral (IFE),  se le endosó otra más de las concertacesiones: La Tesorería mayor; la de la Federación, la del billete gordo.

El de las llaves de la Secretaría de Hacienda hackeó la contraseña para abrir las bóvedas del Banco de México: Le dio el primer zarpazo a la Cuenta Concentradora, donde estaban los remanentes del liquidado Sistema de Fondos para el Retiro (SAR) de los trabajadores.

Pensiones, Fobaproa-IPAB, dirección general de Finanzas de Pemex

Fueron apenas los entremeses: El PAN recibió la mesa ampliada para una exclusiva comilona.   La suculenta carta: 1) El régimen de Jubilaciones y Pensiones privatizado; 2) El Fondo de Protección al Ahorro Bancario, que remitió sus tripas podridas al Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), en el que las trácalas de los deudores privados pasaron a ser deuda pública con cargo a los contribuyentes cautivos y, 3) La dirección General de Finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex), atendida en condición de gourmet por La señora Marta.

Ese periodo fue el Del capo del sexenio. Para el siguiente, la gestión gerencial de la empresa narca empezó a ser administrada por agentes del Estado mexicano. La protección de los gobernadores azules a los jefes mafiosos en sexenios anteriores fueron ingenuos ejercicios de párvulo. Del gabinete presidencial ahora se nombraron auditores para evitar que el reparto de utilidades fuera malversado antes de salpicar a Los de arriba.

Pacto por México, Asociación Público-Privada y moches

Por ese camino correcto, el PAN llegó en 2012 a la verdadera cena del señor: El fáctico Pacto por México, en el que se firmó un nuevo modelo de Asociación Público-Privada para repartirse a partes iguales el patrimonio nacional, que desdenantes había dejado de ser de todos los mexicanos.

Como a la mayoría de los legisladores federales no les tocaron ni las migajas recogidas por los galopinos en la sobremesa, no les faltó creatividad para instituir los moches en la gestión de recursos extraordinarios requeridos por los gobiernos de los estados y las presidencias municipales, que tuvieron desembolsar propinas a tasas superiores al 30 por ciento.

La ventaja adicional para los gestores de esas partidas presupuestales, es que fueron a parar a las cajas de empresas contratistas de obras y servicios, de las que los propios legisladores, gobernadores o alcaldes eran accionistas.

La cuenta la pagan Los de abajo: 12 billones de deuda pública

Ahora se le pasa la cuenta a Los de abajo: La corrupción les cuesta más de un billón de pesos al año. El ogro filantrópico apenas tiene irrisorios saldos para pagar los compromisos de deuda pública, que ha rebasado ya la monstruosa suma de 12 billones de pesos y sus plásticos de crédito quedan derretidos en los cajeros automáticos.

Las escaleras se barren de arriba hacia abajo, informa la conseja. A Hércules le faltan escobas para barrer Los establos de Augías, donde la basura se acumula en cantidades industriales pero se recicla exponencialmente para un segundo o tercer uso sin solución de continuidad. Es cuanto.

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