Por Salvador Martínez G.
Pandemia, de acuerdo a la definición de la Real Academia de la Lengua Española significa: “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países”, lo que efectivamente ha sido el Covid-19 que ha afectado a más de 2 millones y medio de personas y causado cerca de 200 mil muertes en todo el mundo.
Además la pandemia ha paralizado económicamente al orbe, como no se había sufrido en un siglo, lo cual hizo que el combustible del desarrollo: el petróleo, se viniera abajo en sus precios, con un daño adicional a todos los países productores.
En ese marco México se ha visto seriamente afectado por la pandemia, por la recesión económica y la caída en los precios de los hidrocarburos que ponen al país en serio peligro dentro de una ruta de desempleo y empobrecimiento.
Como en otros países de América, Asia o Europa, los partidos políticos y sectores radicales han antepuesto sus intereses de grupo a los de la nación, lo que mucho ha hecho renacer el sentido patrio y la unidad nacional.
Aquí, para enfrentar la crisis se busca la atención a quienes menos tienen, con apoyos directos que pueden llegar hasta 60 millones de personas a fin de ayudarles a palear la crisis, lo que, a pesar de su nobleza, ha sido duramente criticado por los grupos de oposición.
Curiosamente los distintos sectores sociales y económicos de México no han querido ser solidarios con el país ni ser nacionalistas, y hasta gobernadores, siempre beneficiarios del sistema, ahora abren grietas de balcanización sin esencia patria alguna.
Los partidos de oposición siguen sin representar mucho, pero el sector empresarial y gobiernos estatales de importantes entidades de la nación se unen para pretender forzar un golpe de timón en la ruta social del país y regresar a los apoyos fiscales para las élites enriquecidas que no quieren aportar un peso para atender la seria problemática económica de hoy.
Las mayorías siguen apoyando al régimen y ello irrita más a los pequeños grupos que a pesar de todo no encuentran el camino para lograr respaldo comunitario.
SUSURROS
PAN, PRI, MC y PRD se juntaron para rechazar la ley de amnistía, pero nada lograron. La iniciativa fue aprobada en el Senado de la República por 68 votos a favor, 14 en contra y 2 abstenciones.
Ricardo Monreal, como líder de la mayoría en el Senado, se congratuló de la aprobación de esta ley que permitirá la liberación casi de inmediato de cerca de 5 mil personas provenientes de grupos vulnerables y hasta injustamente encarcelados que fueron condenados por diversos delitos, algunos tan aburdos como mujeres por abortar o campesinos e indígenas por sembrar enervantes forzados por cárteles de las drogas.
Esta nueva legislación permitirá al mismo tiempo despresurizar las cárceles y aliviar hacinamiento que impidan la proliferación del coronavirus en los centros penitenciarios.