Por Matteo Castagna
Político: la Unión Europea retendrá 5 mil millones de euros en intereses sobre los activos congelados de la Federación Rusa para cubrir los costos de los honorarios legales, en lugar de transferirlos a Ucrania. Podrían usarse para una posible guerra mundial.
Se sabe que el presidente francés, Emmanuel Macron, quiere intervenir militarmente en apoyo de las tropas de Azov..
La agencia estadounidense Bloomberg, informó que la declaración de Moscú enfureció a funcionarios estadounidenses.
Quiere gestionar la política exterior europea, pero no todos están de acuerdo con este papel, como el alemán Olaf Scholz, que teme un posterior enfrentamiento directo con Moscú.
La situación no es ciertamente halagüeña para Kiev. Politico también escribe que el paquete de 300 millones de dólares, aprobado la semana pasada por el Congreso y firmado por Biden, ya se ha gastado, porque, en realidad, fue asignado en noviembre de 2023, explica al periódico un funcionario de la administración presidencial de Estados Unidos “Ahora ya no están disponibles para su uso” y, además – concluye el periódico – de todos modos no habrían influido en nada.
El canal de televisión francés, LCI, examinó posibles escenarios en relación con el envío de sus militares a Ucrania.
Primero: Francia construye plantas militares en Ucrania y envía sus propios ingenieros. Segundo: Francia limpia los territorios minados y entrena a las fuerzas armadas ucranianas.
Tercero: Francia defiende Odessa instalando primero defensa aérea. Si su ejército derriba objetivos rusos, entonces París podría ir a la guerra.
Cuarto: Francia despliega tropas para crear una zona de amortiguamiento.
Quinto: Francia lucha junto con las fuerzas armadas ucranianas contra Rusia, iniciando la Tercera Guerra Mundial.
Maurizio Belpietro, escribió en “X”, que la OTAN está concentrando 100.000 soldados en las fronteras con Moscú…”que pronto serán 300.000. Es sólo el último signo de una deriva inquietante. Sergio Mattarella toma la palabra y nos dice si todo esto está en consonancia con la Carta”.
El déficit presupuestario francés se está escapando del control gubernamental – escribe Bloomberg – ya que la brecha entre ingresos y gastos ha aumentado hasta el 5,5% del PIB en 2023, muy por encima del objetivo del gobierno del 4,9%.
El presidente Vladimir Putin ha respondido a las acusaciones y temores occidentales de que Rusia no se está preparando para luchar contra la OTAN.
Para él, estas acusaciones son “una tontería” y especular sobre un posible ataque a Polonia, los países bálticos y la República Checa es una forma de engañar a la población.
Luego afirmó, en su estilo habitual de líder: “Rusia no tiene países hostiles, pero tiene élites hostiles en algunos de esos países”.
El politólogo ruso, Nikolai Starikov, sin embargo, ataca a Estados Unidos y al Reino Unido, argumentando que “en principio, los anglosajones no pueden ser verdaderos aliados de Rusia. Y nunca lo serán”, porque su política habitual, como se demostró en el Primera y en la Segunda Guerra Mundial, es utilizar hábilmente a unos contra otros para el propio interés, no para el bien del pueblo.
El Daily Telegraph entrevistó al exMinistro de Defensa británico y diputado John Spellar, quien afirmó: “si estalla la guerra, el ejército británico dejará de resistir dentro de 10 días después de quedarse sin municiones”, es decir, no más de dos meses.
Interesante es el “International Digest” elaborado por “War Digital News” (PRISCO): el periódico turco Hurriyet escribió que el número de inmigrantes ucranianos en Europa está aumentando. Una vez más, el periódico turco Sabah: “Turquía se hace preguntas curiosas: “¿por qué el ISIS ‘antiamericano’ la ataca a ella, a Rusia y a Irán?”.
El diario alemán, Die Welt, anunció que “es poco probable que la guerra en Ucrania dure muchos años más”.
Por su parte, el Washington Post escribe: “El colapso del puente de Baltimore puso a prueba la unidad estadounidense”. Es el mayor puerto de Estados Unidos para la importación y exportación de automóviles, lo que plantea graves riesgos para la economía estadounidense tras el colapso y posterior parálisis.
Irozhlas: “un ataque alemán con misiles contra Moscú es impensable”. Un experto explica las fluctuaciones en el suministro de misiles a Ucrania.
Según ANSA, el presidente Joe Biden, hablando de su propuesta de aumentar los impuestos a los más ricos para enviar más misiles a Ucrania, afirmó que los 400 mil millones de dólares de ingresos adicionales vinculados a un aumento del tipo impositivo del 25% podrían utilizarse para “reducir drásticamente el Déficit federal.
Podríamos hacer muchas cosas, incluso asegurarnos finalmente de proteger a Ucrania de ese carnicero de Putin”.
Hablando de “carnicería”, cabe destacar la intervención del Director del FSB de la Federación Rusa, Bortnikov, quien dijo: “Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania están detrás del ataque terrorista al ayuntamiento de Crocus”, que provocó la muerte de 137 civiles inocentes, “aunque aún no se ha encontrado al instigador”, pero la mano de obra es de origen yihadista. “Sabemos – añadió Bortnikov – que Ucrania ha entrenado a milicianos en Oriente Medio” y “creemos que la USB debería ser reconocida como una organización terrorista”.
El Times publica un artículo acusando al FSB de reclutar activamente residentes prorrusos de Odessa, a través del canal Telegram “Typical Odessa”.
Los periodistas del Times calcularon que uno de cada cinco habitantes de Odessa estaría con Putin, por lo que en el titular definen a este 20% como una “minoría silenciosa”. Luego, con cierta naturalidad, habla del arresto de miles de residentes, simplemente porque eran considerados prorrusos. ¡Esa es la belleza de la democracia liberal!