Voces del Periodista Diario

Jornada a las tierras donde nace el Sol

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Cuando, hace medio siglo, en Guadalajara, Jalisco, escuchamos al humanista chileno don Salvador Allende decir a la comunidad estudiantil, que la mejor universidad, es la vida y la graduación no se acredita con pergaminos, nos sentimos gratificados.

La orfandad, es el magisterio de la calle: Recorrer ocho décadas y estar tecleando este texto nos informa que la vitalidad es la mejor vacuna contra toda contingencia ambiental y social. La hemos sustentado en las experiencias más aciagas que nos brinda el ejercicio del oficio periodístico.

Al diablo con el terrorismo sicológico, los suplantadores, los usurpadores y procaces usufructuarios de la democracia, los mercaderes de la muerte, los timoratos y los logreros.

El Premio Nobel de Literatura, Hermann Hesse nos advirtió: Cuando se teme a alguien, es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros. Pero es otra lección a la que apelamos en estos días de guardar, Escalones:

Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo, aflora toda sabiduría, toda virtud,
más no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en un morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.
Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros
¡Ea, pues, corazón, arriba! ¡Despídete, estás curado!

¿Se puede decir más? Es cuanto.

Articulos relacionados

Recordando a Álvaro Gálvez y Fuentes

Redacción Voces del Periodista

EN SLP, EL “POLLO” GALLARDO SERÁ EL PRIMER NARCOGOBERNADOR ELECTO

La princesa Tecuichpo: “Flor o Copo de Algodón”

Redacción Voces del Periodista