Por Matteo Castagna
La Agencia Reuters informa que la Casa Blanca solicitó al Congreso de Estados Unidos una cantidad total de 100 mil millones de dólares para “exportar la democracia al mundo”, donde el equilibrio es precario.
60 mil millones se destinaría a Ucrania, de los cuales 30 mil millones serían para Zelenski y los otros 30 mil quedarán en el Pentágono para la reposición y la modernización de los arsenales de armas.
14 mil millones irían para Israel, de los cuales 10 mil millones es para atender la solicitud de “ayuda humanitaria”.
Asimismo, otros 14 mil millones de dólares será para gestionar la seguridad en la frontera con México. y otros 7 mil millones de dólares cubrirían posibles intervenciones en Taiwán.
Aunque la cifra global pueda parecer exorbitante, no es así. Para los analistas estadounidenses, no serían suficientes para gestionar el conflicto en Ucrania y Oriente Medio. En cuanto a las armas y municiones para Kiev, el suministro es limitado incluso en los EE.UU., lo que, sin embargo, constituirá el gran negocio de la industria armamentística estadounidense. Está claro que, por razones históricas, políticas y económicas, la prioridad de los Estados Unidos sigue siendo Israel.
Lo demuestra el hecho de que el Pentágono disparará decenas de miles de proyectiles de 155 mm en Tel Aviv. que inicialmente estaban destinados a Kiev. Está claro que Biden considera que perder el control de Oriente Medio es una amenaza existencial. Está claro que en el presupuesto americano, los fondos y los recursos asignados a esos territorios podrían constituir otro agujero negro en las cuentas globales del Nuevo Continente, además de tener la consecuencia inmediata y directa de la inclusión de otros países en el conflicto. , de modo que una nueva guerra importante requeriría fondos adicionales para apoyarla.
El aparente, y quizás inevitable debilitamiento financiero de Estados Unidos, se convierte en una ayuda para China, que podría aprovecharlo para abrir el frente de Taiwán. En este caso, los 7.000 millones destinados a esta acción bélica serían, en realidad, demasiado poco.
El 17 de octubre tuvo lugar en Beijing el Foro “Un Cinturón, una Ruta”, al margen del cual Vladimir Putin recibió cercanía y palabras afectuosas del Primer Ministro de Pakistán, Anwar-ul-Haq Kakar, del Primer Ministro del Reino de Tailandia, Settha. Thaweessin, Presidente de Vietnam Vo Van Thuong, Presidente de Mongolia Ukhnagin Khurelsukh, Presidente de Laos Thongloun Sisoulith.
La politóloga Elena Panina nos explica qué une a estos 5 estados con Rusia, en la situación geopolítica actual:
1) La memoria histórica de las excelentes relaciones bilaterales con Moscú.
2) Plena disposición a colaborar con Rusia, incluso independientemente de las sanciones occidentales.
3) El Establishment de estos estados son conscientes desde hace mucho tiempo de que el eje del poder global ya no está en Occidente, sino en Eurasia.
Los orientales prevén, como un hecho ineludible, que la principal batalla de nuestro siglo tendrá lugar en Asia o por Asia. “Quien gane – observa Elena Panina – se hará cargo de toda la flor y nata de la redistribución de capitales, recursos y proyectos en el planeta. En estas condiciones, el giro de Rusia hacia el Este, su atractivo hacia el Sur del mundo, ya no es un capricho ‘multivectorial’, ni una pose ofendida por la falta de atención occidental. Esta es una estrategia para la supervivencia y el desarrollo de Rusia a largo plazo, a través del desarrollo de relaciones con aquellos que recuerdan, respetan y esperan a la Federación Rusa”.
Además de la sólida amistad con Turquía, reafirmada por Putin con el recién reelegido Erdogan, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, firmó en Pyongyang, el viernes 20 de octubre, un pacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, para incrementar los intercambios económicos y construir coordinación política con el líder Kim Jong Un, quien, al finalizar el acuerdo, ofreció una cena de gala en honor a Lavrov.
Mientras tanto, Mohammad Baqeri, jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas iraníes, manifestó, en u diálogo telefónico con el Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu: “la continuación de los crímenes del régimen sionista [en Gaza] y el apoyo directo de algunos países complicarían aún más la situación. situación y podría obligar a otros actores a intervenir en este ámbito”.
Dado que la Franja de Gaza está sustancialmente rodeada por fuerzas israelíes, todo sugiere que Irán tendrá que abrir un segundo frente. Se dice que el Hezbollah libanés, que tiene frontera directa con Israel, está listo para involucrarse inmediatamente con Irán.
Washington teme esta situación más que cualquier otra, porque, si este escenario se materializara con una gran guerra en Oriente Medio, las consecuencias para el mundo entero serían absolutamente impredecibles.