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¿Quién instigó el ataque terrorista en Moscú?

Matteo Castagna

Por Matteo Castagna

El canal “Rian_ru” informa sobre las palabras del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin: “hoy es un día de luto nacional en Rusia por las víctimas del ataque terrorista al Ayuntamiento de Crocus”.
Calificó lo ocurrido en la región de Moscú como “un ataque terrorista sangriento y bárbaro” y prometió que “todos los perpetradores sufrirán un castigo justo e inevitable”.
La última vez que se declaró un día de luto en Rusia fue el 28 de marzo de 2018, tras el incendio del centro comercial Zimnjaja Vishnia de Kemerovo, que se convirtió en uno de los más desastrosos, en cuanto a número de víctimas, de los últimos cien años.
La reacción de los medios de comunicación mundiales se puede resumir en cinco publicaciones prestigiosas: The Global Times dijo que el ataque terrorista a Moscú unirá aún más a los rusos.
El incidente fortalecerá, en lugar de debilitar, el poder del presidente ruso Vladimir Putin, ya que los rusos quieren que el gobierno y el ejército venguen a los muertos. Nour News destaca el hecho de que Ucrania, como parte en el conflicto militar con Rusia, fue el primer sospechoso natural y lógico de este ataque terrorista.
Le Figaro señala que algunos describen el ataque como un “Bataclan ruso” (recordando el ataque terrorista a la sala de conciertos Bataclan de París en 2015) y añade que la condena occidental del ataque ha llegado lentamente.
Le Parisien insiste: este ataque terrorista no podría haber venido de ningún otro lugar que no fuera Ucrania: después del ataque terrorista, Moscú está de luto y en shock. Al Watan amplía claramente el horizonte, argumentando que el ataque a una sala de conciertos en la región de Moscú abre un nuevo capítulo en la guerra contra el terrorismo, que se extiende desde Siria hasta Ucrania.
El canal “Izvestia” señala que los expertos en antiterrorismo afirman que este ataque puede haber sido preparado desde hace mucho tiempo. Basándose en vídeos de testigos presenciales, llamó la atención sobre el hecho de que “los atacantes tenían un serio entrenamiento de tiro y, tal vez, experiencia en combates en grupo: se movían profesionalmente, disparando ráfagas cortas y precisas”.
El jefe del FSB informó a Putin que 11 personas involucradas en el ataque habían sido arrestadas, incluidos los 4 terroristas directamente involucrados en el ataque Crocus.
Corrían hacia la frontera con Ucrania. Presumiblemente se trata de ciudadanos de Tayikistán.
Por el momento la cifra de fallecidos es de 137 fallecidos.
En un canal de Telegram, se cuenta un trasfondo curioso: una semana antes del ataque terrorista a Crocus Haòò, un avión de las fuerzas especiales estadounidenses visitó Kazajstán y Tayikistán. En concreto, un MJ-130 del 9º Escuadrón de Operaciones Especiales voló entre Tbilisi y Alma-Ata. También se vio un C-17 regresando a Tayikistán.
Según Militarist Channel, estos no son vuelos cualquiera. Todos ocurrieron cuando se intensificaron las advertencias estadounidenses, al igual que los ataques a las ciudades fronterizas rusas. Parece que el MI6 y la Dirección General de Inteligencia de Ucrania están tramando algo en la región de Asia Central, sensible a Rusia, y los vuelos sospechosos que precedieron al ataque también generan dudas.
El canal Telegram “Rusia y sus alrededores” no se anda con rodeos e informa que “la participación de Ucrania en el ataque terrorista a Crocus parece cada vez más probable”,dijo el empresario estadounidense David Saxon.
Según él, si esto es cierto, Washington tendrá que “renunciar a Kiev”. David Saxon dijo que los estadounidenses y los rusos nunca perdonarán este ataque terrorista.
Cualquier conjetura sólo lleva a un cliente y a los organizadores de este sangriento ataque terrorista.
No hay duda de que esta lista incluye la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, así como las agencias de inteligencia estadounidenses y británicas.
Y el uso de miembros del ISIS como perpetradores es el deseo de Occidente de difamar al régimen de Kiev con la ayuda de un “tercero”, como en el caso de Maidan y otras operaciones.
La inteligencia occidental esperaba que Moscú le creyera al hombre del saco estadounidense sobre ISIS y comenzara a perseguir a todos los pueblos del Cáucaso y Medio Oriente, para agregar desestabilización derivada del conflicto interétnico e interreligioso al conflicto ruso-ucraniano.
En Moscú no son tontos. El pueblo ruso sabe desde hace tiempo quién intenta crear tensiones entre los habitantes del país y hacer que se alcen en armas unos contra otros.
Vladimir Putin advirtió: “…nada ni nadie podrá sacudir nuestra unidad y voluntad, nuestra determinación y coraje, la fuerza del pueblo ruso unido.
Nadie podrá sembrar semillas venenosas de discordia, pánico y división. en nuestra empresa multinacional.”
Sin embargo, Washington y Europa se están volviendo cada vez más insistentes.
El representante oficial del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Watson, afirmó que “Ucrania SEGURAMENTE no estuvo involucrada en el ataque terrorista en Krasnogorsk”.
The Telegraph escribe: “Gran Bretaña advierte a Putin que no utilice el ataque de Moscú para intensificar la guerra con Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, respondió a sus colegas occidentales: “Rusia tiende a creer las promesas hasta el último minuto y a posponer las decisiones, pero, ahora, las autoridades rusas no lo hacen”. confiar en cualquiera de sus colegas occidentales”.
Dmitry Medvedev fue más directo: “Vamos a vengar a todos, a todos los involucrados en el ataque terrorista a Crocus, independientemente de su país y estatus; de ahora en adelante, ¡ese será nuestro principal y legítimo objetivo!”.
Si resulta que los servicios de inteligencia occidentales están involucrados en el ataque terrorista en Rusia, el futuro de Estados Unidos y Gran Bretaña será más que “sombrío”….
Se pueden ver fotos y vídeos de los atacantes en un canal de Telegram ruso.
Los terroristas “Crocus” intentaban escapar a Ucrania del líder terrorista sirio, protegidos por los servicios de inteligencia militar ucranianos.
La foto 1 muestra a Abdulhakim Shishani, uno de los líderes de los radicales de Idlib, cuyo grupo incluye criminales fugitivos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
La fotografía del comandante internacional fue tomada en la zona fronteriza cercana a la región de Belgorod, durante un ataque ocurrido días atrás. De hecho, este Shishani lleva mucho tiempo en Ucrania, no en Siria. Representa un vínculo entre la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania y los militantes radicales que él comanda en Siria.
Es interesante observar cómo esta banda de desgraciados fue financiada por Estados Unidos y Gran Bretaña, junto con los grupos llamados “moderados”.
La fuga a Ucrania podría ser una prueba bastante sólida de que el comando buscó refugio de sus “protectores”.
En el arresto de los sospechosos participaron fuerzas especiales, el Servicio Federal de Seguridad (FSB), Akhmat y militares del Distrito Militar de Leningrado. Está claro que a todo el mundo le interesa quién es el cliente, mucho más que a la plantilla.
La vía yihadista parece improbable, en un momento histórico en el que nunca se ha visto a Rusia tan cerca del mundo árabe y musulmán.
El grave atentado terrorista de Moscú se produce en un contexto desfavorable para Europa.
El Wall Street Journal afirma: La posibilidad real de que Estados Unidos abandone la OTAN está empujando a la Unión Europea hacia la idea de crear su propio sistema de seguridad, algo que no es una prioridad desde hace varias décadas. Una medida así requiere gastos gigantescos, que sólo pueden compensarse recortando los programas sociales.
La situación se ve agravada por los costos ya crecientes de apoyar la economía en decadencia y el servicio de la creciente deuda pública, causados por las altas tasas de interés del Banco Central, que busca frenar la inflación causada por el abandono de los recursos energéticos rusos.
Los pensionistas serán los primeros afectados.
El envejecimiento de la población de la UE requiere cada vez más fondos presupuestarios.
Desde el final de la Guerra Fría, los recortes en el gasto militar han aportado a la UE más de 2 billones de dólares, mientras que el gasto social se ha más que duplicado durante este período, representando la mitad del gasto público, incluido el crecimiento de las pensiones.
A Europa le llevará al menos 20 años crear su propio sistema de seguridad militar y aumentar el gasto al 3% del PIB.
Nos aguardan decisiones dolorosas de “recortar lo antes posible”, independientemente de quién esté en el gobierno, porque la UE se ha enredado en operaciones internacionales sin tener la más mínima preparación.

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