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Tejido social | Aunque Pese

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Tejido social

Por Salvador Martínez G.

 

 

 

Los trágicos y penosos sucesos registrados en Torreón, Coahuila, evidencian el deterioro de la sociedad mexicana, que los expertos llaman la ruptura del tejido social.

Pero bien vale la pena definir qué se entiende por tejido social. Para los expertos el tejido social se refiere a las actividades comunitarias más significativas que determinan las formas particulares de ser, producir, interactuar, y proyectarse en los ámbitos familiares, laborales y sociales.

Ciertamente el tejido social se ha roto, pero ello no ha sucedido en uno o dos años, sino es producto de un continuo olvido o despreció de la esencia o identidad individual y colectiva a nivel local, estatal y nacional padecida desde hace más de 25 años.

La degradación política, partidista, educativa, salarial, religiosa y en demás ámbitos de convivencia social, dieron paso al crecimiento de la corrupción, a la impunidad que han destruido principios y valores, cultura e historia en que la sociedad estaba fundada.

Por ello no es de extrañar, pero sí de lamentar, que existan casos como el del niño de 11 años del Colegio Cervantes que con dos pistolas acabó con la vida de su maestra y la suya propia, tras herir a cuatro de sus compañeros, o la existencia de niños y adolescentes sicarios que por un puñado de pesos matan a quien se les ordene.

Recomponer el tejido social no es tarea fácil cuando por décadas solo el poder que da el dinero cuenta, cuando la familia se ha desquebrajado y cuando los principios de igualdad, equidad y desarrollo social se han pisoteado.

Hoy se ha iniciado un esfuerzo por recomponer este viciado tejido social, llevará años, pero la voluntad política de cambio existe, habrá que trabajar en la escuela, en la fábrica, en el campo, en los partidos políticos y en todas las organizaciones sociales para lograr este objetivo y alcanzar una vida comunitaria sana, segura y con posibilidades de desarrollo personal por la vida productiva licita.

Ese es el camino, no perdamos la ruta.

SUSURROS

El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, debiera dar una extensa explicación de por qué abandonó y dejó prácticamente en ruinas el Auditorio Metropolitano de Tecámac, que tuvo una inversión de 600 millones de pesos y fue inaugurado apenas el 10 de marzo del 2017 por el presidente Peña Nieto y el ex mandatario estatal Eruviel Ávila.

La obra resultó inservible o al menos ha sido inutilizada por el gobierno de Del Mazo, que no ha destinado recursos para su mantenimiento, ni para su promoción como centro de espectáculos populares o culturales.

Un auténtico elefante blanco por el que se dilapidan cientos de millones de pesos.

Email: salvadormartinez@visionmx.com Twitter: @salvador_mtz

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