VOCES DEL DIRECTOR
Mouris Salloum George
Si algo atrofia y desnaturaliza el ejercicio del poder político una vez que sus iniciativas pasan a ser plan de Gobierno -para el caso, un nuevo Proyecto de Nación-, es que los grandes problemas del país caigan en el pantanoso terreno de las improvisaciones y las confusas reacciones sobre las rodillas.
Es el caso de la crisis del sector energético y, en particular, de la industria petrolera que, al golpear la economía en general, ha colapsado las finanzas públicas y restringido la disponibilidad presupuestal del Estado para ejercer la rectoría del desarrollo nacional.
Simposio sobre Petróleo y Seguridad Energética
Hace precisamente poco más de una década -mayo de 2008-, ante la amenaza de privatización de los energéticos, objetivo de la Reforma Energética de aquel año, el Frente Amplio Progresista acometió el simposio sobre Petróleo y Seguridad Energética.
Antecedentes, diagnóstico sobre las causas de la crisis y soluciones posibles; todo entró en la temática.
Preciso es recordar que, entre más de 40 ponentes en aquel iluminante y propositivo evento, por lo menos ocho fueron integrados en el gabinete legal y ampliado de la administración que entró en funciones en 2018.
Otro funge como presidente de la directiva de la actual Cámara de Diputados federal. El dirigente del partido que auspició aquellas jornadas, permanece en su encargo.
Los expertos y consultores, también participantes en dicho simposio, no han interrumpido sus investigaciones y en la Academia y en medios nacionales e internacionales han continuado actualizando la problemática en materia de energéticos.
Lo obvio en los resultados de las iniciativas sobre Petróleo y Seguridad Energética, es que no serían atendidas por el gobierno que impulsó la primera Reforma Energética. La crisis fue profundizada por la siguiente administración, que legisló la contrarreforma petrolera.
Todo permanece bajo el astroso manto de la impunidad
Si el saqueo de la renta petrolera se inició en el primer sexenio del siglo que corre, si fue documentada la galopante corrupción por la instancia auditora de las Cuentas Públicas del gasto federal, si continuó la ordeña fiscal de Pemex, si fue perceptible el deliberado abandono de la industria insignia de la economía nacional en los dos periodos siguientes, ¿cómo es que, aun antes de someterse a consulta el nuevo Plan Nacional de Desarrollo (PND) no se tuvo la atingencia de dar respuestas claras a la crisis de la industria, que había dejado de ser mera contingencia?
La única explicación, es que se han puesto muchas carretas delante de los bueyes por falta de tino en la elección de las prioridades, dejando a la mano invisible del mercado hacer su tarea, no precisamente en lo que es exigible económica y socialmente en materia de desarrollo.
La contrarreforma petrolera se pasmó, el costo de las importaciones de derivados se disparó, impuso su reinado el huachicoleo, se descubrió el otorgamiento de contratos de Pemex a cambio de financiamientos de la campaña presidencial del PRI de 2012, las calificadoras extranjeras bajaron a negativas las evaluaciones de riesgos de Pemex en su margen de crédito respecto de su desorbitada deuda…
Y lo único que pareció tener verdadera importancia en lo que va de 2019, fue la remoción y relevo en las sillas de la de por sí impresentable Comisión Reguladora de Energía, que, con la Comisión Nacional de Hidrocarburos, son la escopeta cuata de Ambrosio.
El destino manifiesto de Pemex se cumple inexorablemente
En estas páginas presentamos, otra vez, la crisis de Pemex. Otra vez, decimos: Precisamente en la edición 179 de Voces del Periodista correspondiente a febrero de 2008, este autor presentó su tema bajo el encabezado Petróleo, la chispa de la muerte.
Ahí decimos: Después de más de dos décadas de estar probando globos de sonda de exploración política sobre la eventual desnacionalización del sector energético, con Pemex como joya de la corona, el gobierno de Calderón ha concluido que los tiempos están maduros para culminar el proceso de zapa iniciado por Ernesto Zedillo con la fragmentación técnica y administrativa de la paraestatal…
Otros títulos recurrentes en la misma edición: La aznarización energética de Felipe El brevísimo y Cuando Hayek tomó Los Pinosdisfrazado de Cristo. (Hayek es el indisputado padre del neoliberalismo.)
No nos queda otra que parafrasear a García Márquez: Los Presidentes mexicanos no tienen quien les escriba, quien les lea y, en última instancia, quien le aconseje tomarse en serio…