Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
Una aproximación al concepto de Revolución en los asuntos militares (RAM) la proporcionó el mariscal ruso Nikolai Ogarkov quien, en 1980, comenzaba a desarrollar lo que denominó la Revolución Técnico – Militar (RTM) que, básicamente, sostenía que el uso de las nuevas tecnologías conseguiría rápidas destrucciones de unidades mecanizadas, siendo exclusivamente la aplicación de los medios tecnológicos lo que posibilitará la victoria por encima de otros.
Combate con drones
La guerra en Ucrania se ha caracterizado por el despliegue de drones a una escala sin precedentes, con miles de vehículos aéreos no tripulados (UAV) utilizados para rastrear fuerzas enemigas, guiar la artillería y bombardear objetivos. ¿Estamos ante una revolución en el arte de la guerra? Sin duda algo está cambiando en el campo de batalla.
Todos los días, unidades de drones de ambos ejércitos publican videos en las redes sociales que demuestran cómo drones tan económicos como de 500 dólares pueden destruir de manera efectiva costosas piezas de artillería o tanques por valor de millones de dólares, y muestran su papel transformador en la guerra moderna.
Por ejemplo el diminuto y económico dron FPV ha demostrado ser una de las armas más potentes en esta guerra, en lugares en los cuales los aviones de combate convencionales son de uso difícil y riesgoso, debido a una densa concentración de sistemas antiaéreos cerca de las líneas del frente. Los FPV, originalmente diseñados para corredores civiles, son controlados por pilotos en tierra y, a menudo, se estrellan contra objetivos cargados de explosivos.
El costo total de los componentes del dron, incluida una ojiva explosiva asegurada con bridas, puede ser de tan solo 500 dólares o menos. Los drones FPV despegan desde plataformas improvisadas a varios kilómetros de la línea del frente. Dependiendo de su tamaño, batería y carga útil, la autonomía varía de 5 a 20 kilómetros o más. Más usos: los drones no sólo se utilizan en el campo de batalla: tanto Ucrania como Rusia han atacado objetivos a cientos de kilómetros de las líneas del frente utilizando vehículos aéreos no tripulados de largo alcance. Estos drones de largo alcance a menudo atacan fábricas que producen armas, bases militares o instalaciones energéticas en lo profundo del territorio enemigo.
Enseñanza: En un conflicto largo y extenso, el costo es clave: cuantos menos recursos se utilicen para destruir un objetivo, mejor. Importante para nuestra defensa nacional.
En la guerra de Ucrania se han visto variantes que utilizan de todo en su confección, desde madera, fibra de carbono y espuma, hasta cartón. Los materiales baratos, los componentes fácilmente disponibles y los planos técnicos desatan el poder de la fabricación. En La Argentina podemos hacerlo y muy bien.
¿Qué tenemos por delante?
En consecuencia, nuevas imágenes en un canal ucraniano de Telegram parecen mostrar que drones ucranianos cargados con explosivos derribaron robots de combate rusos cerca de la ciudad de Avdiivka, ahora controlada por Moscú, posiblemente un nuevo capítulo en la lucha entre UAV y UGV: vehículos no tripulados en el aire (aéreo) luchando contra vehículos no tripulados en tierra. Las fuerzas rusas han comenzado a utilizar robots terrestres con lanzadores automáticos de granadas en combate en Ucrania, según informó la 47ª Brigada Mecanizada de Kiev en las redes sociales, escribe ‘Newsweek’.
“Los avances de Ucrania con drones podrían conducir a la aparición de robots asesinos”, especuló ‘Associated Press’ hace un año.
¿Se viene la Hiperguerra? El siguiente paso de desarrollo, son los enjambres de drones sobre los campos de batalla.
“Hasta ahora se trata de casos aislados en los que los rusos han utilizado tal técnica”, según ‘Newsweek’. Sin embargo, los expertos coinciden en que el siguiente paso de desarrollo serían enjambres de drones sobre los campos de batalla: Ucrania ha demostrado que éstos también pueden producirse de forma rentable. A esto le seguirá la guerra terrestre automatizada: Ucrania presentó en 2017 el robot de combate RSVK-M2 del equipo de ingeniería del Robotics Design Bureau con sede en Kiev, un vehículo de aproximadamente dos metros de largo que puede transportar una ametralladora pesada y, en el futuro, lanzagranadas o armas antitanque.
“El problema central es que nosotros, como seres humanos, estamos abdicando cada vez más de la responsabilidad de las decisiones que afectan la vida y la muerte”, expresó coronel Markus Reisner en el Süddeutsche Zeitung.